21 de julio de 2016

¿ A NADIE LE IMPORTA?



Ha aparecido recientemente en Facebook un autodenominado “Grupo de Oposición” en Higuera, con una veintena de miembros activos epistolarmente. En sus intervenciones están sacando lo peor de sí mismos: rencor, envidia, egoísmo, cutrez, falta de perspectiva, tergiversando la realidad, insinuando situaciones y conductas inexistentes, especulando maliciosamente, animando a ¡“dar estopa”!, haciendo acusaciones sin pruebas que empiezan a oler a juzgado de guardia (para alguno del “Grupo” al menos), y por supuesto olvidándose de lo que han supuesto para Higuera los 24 años del anterior Gobierno municipal, del que algunos del “Grupo Op” parece que se consideran herederos. A su autodenominada “Oposición”, tendrían que añadirle al menos el apellido Destructiva (para el presente y futuro de Higuera, pero también para ellos). 


Pero a uno no le preocupa demasiado lo anterior, ya conocemos a todos y cada uno del “Grupo Op”, y lo poco bueno que pueden dar de sí mismos para el bien común, y además la libertad de expresión y de crítica está amparada por el sentido común y la Ley (otra cosa son las injurias, las calumnias, los insultos, los sabotajes, el deterioro de mobiliario municipal, el pinchar ruedas, agresiones, etc. que esos no sólo no están protegidos por la Ley sino que pueden ser objeto de denuncia ante los tribunales, como bien sabe algún integrante del “Grupo Op”); decía que sus intervenciones ni sorprenden ni preocupan demasiado (“ a palabras necias…”; “ladran, luego cabalgamos”), pero lo que sí sorprende es que prácticamente Nadie, que no sea del “Grupo Op”, haya hecho aún ningún comentario al respecto sobre ellos y sus “escritos”, porque 


¿Nadie se acuerda de los 12-15 últimos años del anterior Alcalde, de su pretensión de quedarse con una de las Casas sociales retrasando a propósito durante seis años su entrega, de las asignaciones a dedo para sí o su allegada del bar del Centro Social, de la máquina de tabaco, de las comidas a los cazadores, de la constante ausencia de las responsabilidades de Gobierno, de la deplorable imagen interna y externa que daba de sí mismo, y por tanto de Higuera y de los higuereños, de que no obligaba a pagar a la arrendataria el contrato del bar, de que se manipulaba el contador de la luz del bar para que lo pagara el dinero de todos los higuereños, de que –siendo ya concejal- ayudó a la arrendataria a llevarse utensilios que eran del Ayuntamiento y por tanto de todos los higuereños, de que no informaba de nada en absoluto de lo (poco) que hacía su Corporación, de que no había información en la web municipal, ni Boletín informativo, ni emails informando, de que no convocaba Plenos, de que a menudo se convocaban para cobrar dietas de asistencia, de que con él apenas entraba nadie a trabajar en la principal empresa de la zona, de que con un 30% más del presupuesto municipal actual no se hacía apenas nada para el bien general del pueblo (aunque sí para si mismo), de que en sus cuatro años de concejal en la oposición no planteó ni una sola idea que fuera en beneficio de todas los higuereños, sólo broncas y actitudes destructivas y de enfrentamiento con los vecinos asistentes, de que el problema de la Despoblación galopante de Higuera no existía para él, de que…?¿Nadie se acuerda de eso? ¿Y a Nadie le importa? 


¿Nadie se acuerda de que la “toma del bar”, a ritmo de sevillanas y estentóreas voces, obligaba casi a que los demás clientes tuvieran que marcharse (incluido los que jugaban a las cartas), de los que ataban los caballos al lado del bar, los mismos, y sus consiguientes cagajones que olían y allí se quedaban, de las entradas al vaso de la piscina municipal vestidos y “olorosos” dejando atónitos a la gente que estaba allí bañándose, de la agresión en campaña de elecciones locales, de …? ¿Nadie se acuerda de eso? ¿Y a Nadie le importa?


¿Nadie se acuerda de que el otro candidato a alcalde fue despedido de una gran empresa de la zona por no hacer bien su trabajo, de que – el colmo del bochorno y la vergüenza ajena- el “Grupo Op” estaba celebrando ruidosamente en el bar “su victoria” antes del recuento de votos en las últimas elecciones municipales (que supuso “su no victoria”), de que antes de empezarse el recuento de votos afirmaron que iban a colaborar activamente en el buen gobierno para beneficio general del pueblo, de que sin embargo, una semana después de la toma de posesión el actual Alcalde ofreció a los dos concejales de la oposición responsabilidades concretas en el Ayuntamiento –las que ellos quisieran- y dijeron que no querían esas responsabilidades, faltando a lo que habían dicho unas horas antes de los resultados electorales, de que parecen sólo estar obsesionados con la remuneración de los que no son de su cuerda, sin apreciar ni querer saber que la gestión eficaz de un pueblo requiere dedicación y personas capaces para llegar a conseguir los objetivos de presente y futuro de Higuera, de que sólo hablan de “los que vivimos en Higuera”, como si fueran los únicos que tuvieran derecho a todo, y los demás no … De que …? ¿Nadie se acuerda de eso? ¿Y a Nadie le importa?


¿Nadie se acuerda ya de que los vecinos de Higuera, mediante votación democrática, dieron la mayoría a la a quienes ahora gobiernan, de cómo ha evolucionado Higuera en los últimos 5 años: plaza, portal de la Iglesia, nuevo alumbrado de calles, entorno del bar, carretera, isleta, campo de petanca, desescombro de la entrada del pueblo, plantación de árboles, limpieza de calles y callejas, mejoras en merendero, polideportivo, piscina, naves municipales, escuelas, depósitos de agua, nueva parada bus, cercado de residuos de obra, aparatos infantiles frente al bar y en la plaza, de que…? ¿Nadie se acuerda de eso? ¿Y a Nadie le importa?


¿Nadie se acuerda de que se está construyendo el único Proyecto posible de largo plazo que alguien haya planteado nunca al principal problema de inmediato Futuro, la Despoblación de Higuera, mediante el desarrollo turístico: jornadas de formación, senderistas, cursos, inversiones con financiación exterior al Ayuntamiento, o con participación mínima de su presupuesto ordinario: Centro de Actividades Sobre las Abejas y la Biodiversidad, Centro de Recepción de Visitantes Biodiversidad, Observatorio de aves, Rutas, Ruta Z del Sendero Internacional de los Apalaches, de que se informa a todos los higuereños a través de www.higueradealbalat.es, La Hoja de Higuera, Emails, bandos, de que…? ¿Nadie se acuerda de eso? ¿Y a Nadie le importa?


Por supuesto que en el Gobierno de Higuera en estos últimos cinco años ha habido errores, actitudes a veces inadecuadas, necesidad de dar más información específicamente local y alguno más sin duda pero, y sin que sirva de excusa a los errores, se ha trabajado duro, con esfuerzo y dedicación, con compromiso, con ideas y sentido común, usando tiempo personal, por el Bien General del Pueblo, presente y futuro. Y todo ello y siempre respetando la legalidad. A pesar de la crisis, y con ella de la bajada espectacular de los ingresos en el presupuesto municipal anual (de los 429.000€ en 2010-último mandato del anterior alcalde- a los 272.000€ en 2011 –inicio de nuevo Gobierno municipal- y a los 220.000€ del 2016) no sólo se han mantenido y mejorado los servicios a todos los vecinos, sino que también se han hecho mejoras constructivas de presente y futuro con presupuesto municipal anual no ordinario y a base de moverse, relacionarse, patearse y pelearse por ello en despachos de  instituciones y organizaciones comarcales, provinciales y regionales. Higuera de Albalat se ha labrado una imagen de pueblo bien gestionado, activo, dinámico y también de referencia en cómo encontrar oportunidades al enorme problema de la Despoblación de Extremadura. Todo ello, y no es exhaustivo, se está llevando a cabo, hay que decirlo, con escasa ayuda de terceros, con bastante incomprensión y casi nulo reconocimiento a la buena labor realizada, a veces con exigencias exageradas que no tienen en cuenta las circunstancias de la escasez de recursos, económicos y humanos, con que cuenta actualmente el Ayuntamiento de nuestro pequeño pueblo de apenas 58 residentes y poco más de 100 empadronados. Y ahora además, ¿el Gobierno municipal tiene que responder, también solo, a las insensateces e insultos a la Razón de este autodenominado “Grupo de la Oposición” en Facebook?  ¿No se merece este Gobierno algo de apoyo? ¿Nadie se va a mojar? 

T. Melo. 20-7-2016

NOTA: Los posibles comentarios a este artículo, y como siempre he pedido en este blog, deberán ir firmados con nombre y apellidos reales; si no no se podrán publicar. Si se prefiere comentar en Facebook, mi cuenta "Tomás Melo Morales" es pública y abierta. 


 

18 de julio de 2016

Los pueblos españoles deshabitados se cuentan ya por millares. Julio Llamazares. ¿A quién le importa?


‘Total’

Los pueblos españoles deshabitados se cuentan ya por millares


Hace 33 años, viajando por la provincia de Soria en dirección a San Pedro Manrique, ese pueblo que celebra la noche de San Juan caminando descalzos sobre las brasas, al cruzar el puerto de Oncala me encontré el rodaje de una película. Entre las personas que iban y venían estaban muchos de los actores más conocidos de nuestro cine: Agustín González, Luis Ciges, Manuel Aleixandre, Chus Lampreave… Pregunté de qué trataba la película. “¿Ves ese pueblo de ahí?” —me señalaron el que se veía cerca de nosotros, una aldea de no más de 30 casas; era Oncala—. Eso es Londres después de la explosión nuclear”. Los admiradores de José Luis Cuerda habrán reconocido ya el argumento de Total, la primera película de una trilogía que culminó Amanece que no es poco, para mí una de las dos o tres películas imprescindibles del cine español, pero en aquel momento yo no sabía quién era Cuerda y el argumento me pareció una boutade, la trama de otra españolada infame de las muchas que por entonces poblaban nuestras pantallas de cine.

                                                                  Marmellar, pueblo abandonado en la provincia de Tarragona.
No tardé en darme cuenta de que no lo era. Cerca de allí, mientras continuaba hacia San Pedro Manrique, comencé a ver pueblos abandonados, algunos de ellos en total ruina. Y no eran pocos ni muy pequeños. Al revés, los había con casonas solariegas, lo que delataba su antigua prosperidad. Eran los pueblos de la antigua Mesta, que se habían venido abajo al cambiar el viento de la historia, que ahora soplaba en una dirección distinta. Y que semejaban pequeños Chernobiles, lugares dinamitados por la explosión nuclear que rodaba Cuerda cerca de allí. Aquella tarde se empezó a formar en mi conciencia el embrión de una novela que no tardaría en escribir después de recorrer media España visitando aldeas deshabitadas como aquellas de la remota Soria.

En las tres décadas que han transcurrido desde aquel día, los pueblos españoles deshabitados se cuentan ya por millares. Incluso hay comarcas enteras convertidas en cementerios demográficos, con densidades de población menores que la de Laponia. Toda la España interior, con la salvedad de las capitales de provincia y de algunas cabeceras de comarca, no todas, camina hacia la despoblación total, como describe en su impresionante libro La España vacía Sergio del Molino, un ensayo sobre la desaparición de un mundo, el de la España rural e interior, que debería servir de reflexión a todos los españoles, no sólo a los que sufren ese fenómeno. Porque la explosión nuclear que se está produciendo allí es una tragedia económica y cultural que deja corta a la de Total, aquel filme que yo creí que era una boutade y que hoy tengo por premonitorio.

Tremendo retrato crítico de Julio Llamazares sobre España y los españolitos

Tremendismo

Mientras nuestra fiesta más internacional sean los Sanfermines, España no será un país normal

 

Mientras en España siga habiendo personas que mueren en las plazas de toros o corneadas en los encierros y las vaquillas que se celebran por todas partes este no será un país normal. Mientras nuestra fiesta más internacional sean los sanfermines de Pamplona, exaltación de la testosterona y la manada, no solo en los encierros matinales, sino durante todo el día y la noche, España no será un país normal. Mientras nuestros festejos tradicionales consistan en arrojarse tomates unos vecinos a otros, tirar petardos, descabezar a gansos colgados por las patas de una cuerda para diversión del público, empujar toros al mar para lo mismo, bañarse colectivamente en vino, reventar caballos al galope en romerías a vírgenes a las que nadie visita luego o participar en competiciones consistentes en ver quién come más huevos, más albóndigas o más kilos de fuet este no será un país normal. Estaremos en las instituciones europeas, pero no somos un país normal.
Mientras en nuestras instituciones sigan estando personas convictas o investigadas por corrupción a las que sus seguidores continúan votando, mientras nuestros estafadores más conocidos entren y salgan de la cárcel como si fuera su casa, mientras en la televisión y en los bares nadie escuche a los demás, mientras la mitad de la población no lea el periódico ni un libro en toda su vida, mientras las redes sociales sean una radiografía del odio, el insulto y la bestialidad, mientras el esperpento y la picaresca sigan siendo nuestros dos géneros identificativos, mientras la mayoría de los españoles se jacte de no tener el más mínimo interés por la ciencia (ni por las humanidades), mientras continuemos siendo el país más ruidoso del planeta, mientras tengamos el mayor número de teléfonos móviles por habitante, todos sonando a la vez, mientras seamos el primer país del mundo en piratería, mientras la evasión y el fraude fiscal estén bien vistos por muchas personas, depende de quién sea el defraudador (“¡Yo haría lo mismo que él si pudiera!”, declaran con admiración algunos), mientras la mala educación esté bien valorada socialmente y al revés: la buena educación considerada un signo de debilidad, mientras se considere una excentricidad hablar y escribir con corrección, mientras escuchar al otro se tenga por extraordinario, mientras la diversión se identifique con el exceso en cualquiera de sus manifestaciones, mientras la vulgaridad se admire y mientras la manada mande, este país será lo que sea, pero no será normal. Seguirá siendo tremendista y tremendo, como a lo largo de toda su historia, por más retórica que le echemos, como ahora ante el torero muerto.