19 de septiembre de 2010

COMENTARIO AL PROGRAMA DE CANAL EXTREMADURA TV SOBRE “La Campana de Albalat”

El lunes 13 de septiembre, a las 23:30 Canal de Extremadura emitió, en su programa Soy Vecino, un capítulo sobre los tres pueblos de la Campana de Albalat: Romangordo, Higuera y Miravete. Cuando el periodista Antonio Cano me llamó, antes del verano, porque había visto el blog de la Asociación Higuera Adelante y quería hacer un programa sobre el despoblamiento de Higuera le hice la sugerencia de que tal vez sería más interesante para todos el hacerlo de los tres pueblos de la Campana con idea de que mostrara no sólo ese aspecto sino también las diferencias existentes entre los mismos en este tema, así como las bondades de nuestro entorno y de su estilo de vida apacible para que sirviera como promoción turística de toda la zona, que falta nos hace. A continuación analizo el programa desde una óptica crítica.

Un programa bastante equilibrado

En mi opinión el programa ha salido bastante equilibrado, ya que aborda en buena medida el tema de la despoblación y muestra algunos comentarios de diversos intervinientes y ejemplos de cómo combatirla (actividades económicas como la casa rural “La Sartenilla” de Romangordo o el criadero de gansos de José Solís de Casas de Miravete); también muestra el lado curioso, anecdótico o cotidiano de la vida en estos pueblos y el interés que su vida apacible supone en estos pueblos para que vuelvan aquellos que algún día tuvieron que irse. Como fondo a menudo presente muestra los bonitos paisajes de nuestros tres pueblos (aún se ven los campos amarilleando por la extraordinaria primavera que ha habido) y habla del alojamiento rural de Romangordo, lo cual ayudará a que alguien se decida a hacer turismo por la zona (la pena es que Higuera no tenga a qué sacarle rendimiento económico a esto).

Los intervinientes

A mí personalmente me ha parecido particularmente interesante, por instructivo, la intervención de Pedro Ramiro explicando antecedentes históricos y geográficos de Romangordo y la Campana. Me han parecido graciosas las intervenciones de Isaac y Fausta, la naturalidad de Maxi, Isaac y Tío Cano; tristes, aunque ciertas, las palabras de un romangordeño sobre la despoblación de Miravete e Higuera (“…Miravete no tiene futuro, y la Higuera, menos”). Mi intervención pretendía hacer una breve síntesis de lo que ya he expresado anteriormente en varios lugares y especialmente desde la AHA: despoblamiento definitivo en poco tiempo, muchas miradas hacia lo pasado y pocas hacia el futuro, ausencia de implicación del Alcalde y del Ayuntamiento en general, pueblos de alrededor en situación similar, necesidad de implicación de los poderes públicos ante este tema tan vital para nuestros pueblos, etc. No ha aparecido un comentario mío sobre la importancia para Higuera del proyecto de chozos rurales de Luís y Susana. Parte de la explicación que aparece en los carteles no es, sin embargo, del todo correcta.
Las intervenciones de gente de Romangordo muestran lo orgullosos que están, con razón, sobre lo conseguido en su pueblo en los últimos tiempos, que han logrado revertir la tendencia al despoblamiento y está ganando población; los de Casas de Miravete por el contrario, aparte de estar encantados con el tipo de vida de que se disfruta también allí, muestran su preocupación por un incierto futuro a pesar de las oportunidades existentes (Monfragüe, por ejemplo).

Los alcaldes (menos uno) resumen la situación y perspectivas de sus pueblos

Me ha parecido particularmente interesante la intervención de los Alcaldes y algunos vecinos al final del vídeo, ya que supone una especie de resumen de lo que son, donde están y que perspectivas de futuro tienen cada uno de ellos. Charo y uno de sus vecinos, una vez más, es quien más claras tiene las cosas y la única que no se lamenta de la situación de su pueblo, sino que aporta las claves de su éxito: el presupuesto no lo es todo, hay que apoyar a fondo lo que tenemos, el Ayuntamiento debe ser el motor de desarrollo, el bienestar de los vecinos es la prioridad, hay que fomentar la actividad económica privada y pública…; José García, Alcalde de Miravete, admite el problema del despoblamiento, alaba la buena gestión realizada por Romangordo y parece tener clara las ideas de cómo combatirlo, aunque no sea fácil. Abdón, Alcalde de Higuera, en su línea, no dice nada de interés, al contrario la frase que dice entre las palabras del Alcalde de Miravete sobre que cualquiera tiene las puertas abiertas en su Ayuntamiento (“No está diciendo la verdad”) es banal, prescindible y además falsa (véase el nulo apoyo a la iniciativa de chozos rurales de Luís y Susana).

El Alcalde de Higuera, sin interés

Nuestro Alcalde, como siempre el convidado de piedra, desaprovecha una vez más una oportunidad de quedar bien él y el pueblo, muestra lo poco que pinta en la comarca, y aprovecha cualquier ocasión para no decir nada de interés o exculparse de la situación que vive Higuera, como si él, después de 23 años de Alcalde, no tuviera ninguna responsabilidad sobre la misma. Su falta de interés por este pueblo, su incapacidad, su nula visión de futuro, su cerrazón interesada para impedir la participación en las soluciones de quienes sí están preocupados queda una vez más patente ante todos en esta ocasión; aunque a estas alturas ¿Esto sorprende a alguien? No deja de ser penoso su comentario, al principio, sobre la posibilidad de adecuación de la Mina a usos turísticos, diciendo que si fuera propiedad municipal “se podría haber hecho algo” (¡No es algo lo que habría que hacer, es mucho!), aunque “se ha arreglado el camino” (¡Cómo si el camino se hubiera arreglado pensando en el desarrollo turístico de la Mina!). Cuando dice “Nuestros presupuestos no dan para cualquier cosa” está una vez más echando la culpa a terceros, como si esa fuera la única razón de su falta de resultados. Desesperante y deprimente.

Una visión panorámica sobre los pueblos de la Campana

Aunque como he dicho considero el programa de gran interés sintético sobre la situación de los pueblos de la Campana, en la intervención final del reportero Antonio Cano no estoy de acuerdo con su afirmación de que “Sus políticas de desarrollo social [la de los tres pueblos] son las mismas”, ya que todos sabemos que no es así, y los resultados lo demuestran, aunque sobre esas políticas (en Higuera brillan por su ausencia) no se habla apenas en el programa.
En resumen creo que se ha visto un programa ajustado a la realidad aunque un poco más de incidencia sobre el fenómeno de la despoblación de (casi) todos nuestros pueblos hubiera tal vez servido más como llamada de atención a todos los políticos con responsabilidades en este asunto (desde los locales a los autonómicos por lo menos) aunque, como se dice tan frecuentemente, la responsabilidad primera es de quienes les votamos y no les exigimos que cumplan con sus obligaciones.
Asimismo el programa nos ayuda a visualizar más fácilmente el futuro de los tres pueblos que, si no lo remediamos pronto (lo cual, salvo un cambio profundo de mentalidad y personas, es muy improbable a estas alturas), tendrán que volver a formar no tardando mucho, una nueva Campana de Albalat del siglo XXI con Romangordo como entidad administrativa principal de los tres pueblos, lo cual por otra parte no tiene por qué ser visto necesariamente como negativo, ya que el conjunto de todos ellos sumarían un potencial económico, turístico y cultural mucho mayor, y tal vez la última oportunidad de supervivencia para nuestro pueblo.

ENLACES a la página donde se puede visualizar el video del programa:
EN YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=eNb8h5OkNy8
EN http://tv.canalextremadura.es/tv-a-la-carta/videos/soy-vecino-13-de-septiembre

T.MELO. (Fotografías: hechas por intervinientes y propiedad de Canal de Extremadura)

P.S. : Aunque este blog ha requerido hasta ahora que los comentarios a las entradas fueran suscritos con nombre propio reconocible, para facilitar posibles debates que sirvan a todos dado el interés de este video y asimismo de cara a los debates a realizar sobre las próximas elecciones municipales de mayo de 2011 y otros asuntos de interés que surjan, NO se va a exigir dicho nombre reconocible (sería no obstante más creíble si apareciera) aunque, eso sí, seguirá habiendo una administración de comentarios y no se publicarán aquellos que sean banales o incluyan insultos o descalificaciones personales. Si tiene que haber debate, que sea constructivo, siendo admisibles todas las valoraciones, por muy críticas que sean, que cumplan los requisitos mencionados aquí arriba; si no sirve para conocer e intercambiar ideas, sugerencias, opiniones, mejor que no haya debate, al menos en este blog.

ULTIMA HORA. Los chozos rurales de Luis y Susana en Higuera, en peligro

Luis y Susana me han comentado que finalmente Arjabor se ha pronunciado sobre la ayuda que pedían para su proyecto de instalación en Higuera de varios chozos rurales en el camino de la Parrilla. Decepcionante. En todos los sentidos, ya que (¡después de 5 largos años de espera!) les han concedido un mísero 5% sobre el importe de su Proyecto. Con esta ridiculez de subvención es posible que esta familia (con una niña de pocos meses) que era (aún lo es) la primera piedra que debería ayudar y ser ejemplo a la vez de un poblamiento que ellos desean y que Higuera necesita, decidan tirar la toalla. Aunque ellos (siempre prudentes y pacientes) no me han dicho nada al respecto, sospecho que nuestro “lince” de Alcalde y su equipo no ha movido un dedo para ayudarles a conseguir una subvención más razonable (si es que no ha hecho justo lo contrario). Por supuesto que debería haberse volcado en conseguirlo, aunque sólo fuera por presumir de que ha ayudado a instalarse a una nueva familia en nuestro pueblo, pero ni para eso es capaz de activarse. Ya lo he dicho en alguna otra ocasión: no ve, no escucha, no habla, va sólo a lo suyo.

Esta familia, aunque sólo fuera en interés imprescindible de Higuera, debería ser apoyada por todos los higuereños para que consigan una subvención decente para su proyecto (que es el de Higuera), ya que aún parece que les quedan ganas y paciencia para presentar un recurso contra la decisión de ese ridículo 5%. Esta exigencia es más justa si cabe si tenemos en cuenta que nuestro pueblo no ha recibido nunca (entre otras cosas porque nadie los ha presentado, ni nuestro ínclito Ayuntamiento lo ha fomentado) prácticamente ninguna subvención de Arjabor para este tipo de proyectos o cualesquiera otros.

TMelo

OPINION AJENA. La situación socioeconómica de España

Como en alguna ocasión anterior transcribo integro aquí un extenso artículo de J.A.Sagardoy sobre la situación y perspectivas de la socioeconomía en España con el que estoy de acuerdo en la mayor parte. Así que en vez de opinar yo, dejemos opinar a los maestros, que siempre enseñan más y mejor. Que aproveche.
T.Melo

Rumbo al Estado de ‘Medioestar social’, de Juan Antonio Sagardoy en El Mundo
TRIBUNA: CRISIS ECONÓMICA

Hemos vivido estos últimos 15 años con unos parámetros económicos y sociales que bien pueden calificarse como de abundancia y despilfarro. A todos los niveles. Con ello, el Estado de Bienestar social, que afortunadamente lleva muchos años funcionando razonablemente bien, llegó a su cenit con un mensaje engañoso de inagotabilidad. Parecía que los precios de las casas nunca iban a dejar de subir, que la Bolsa sólo tenía un horizonte alcista, que los créditos fluirían sin tope, que los intereses bajarían aún más, etcétera, etcétera. Y todo ello, además, con una inflación controlada.
Y en ese estado de euforia social, nadie se atrevía a dar la voz de alarma, a ser agorero, a predicar la mesura y el sentido común, a recordar esa ley, casi física, de que nada puede crecer hasta el infinito. Como acertadamente dice Cazorla, la causa última de la profunda crisis que comenzó hace casi tres años radica en «la pérdida del sentido de los límites». A ello se añade la progresiva pérdida de valores que siempre han actuado en la sociedad como redes salvadoras e integradoras.
Y no sólo de los grandes valores sino también de los valores que Cazorla denomina «de vuelo más corto y bajo», como la prudencia, la mesura, la austeridad, la discreción, la proporcionalidad, la aversión al derroche. Y así caímos en ese tremendo error para un navegante -y la vida es navegar- de pensar que la mar siempre va a estar plana o de que el viento soplará permanentemente de popa. Y en función de todos esos elementos el barco ha ido navegando alegre y confiadamente sin pensar que podría llegar la tormenta. Y llegó. Con una fuerza inusitada.
Cuando una tormenta viene suele ser de gran importancia preparar los arreos para hacerle frente, con lo que si el patrón de la nave anuncia tranquilidad y buen humor, porque asegura que ni hay tormenta ni se la espera, el batacazo anímico y real resulta mayor. Y el esfuerzo que hay que hacer luego para enderezar el rumbo resulta hercúleo. Y eso es lo que nos ha pasado en España. Hemos transitado de la euforia al desencanto, de la abundancia (en buena parte ficticia) a la estrechez y, sobre todo, del empleo abundante al desempleo brutal.
En este proceso, como indica el profesor Cabo Martín, hay que destacar la rapidez, casi la violencia, con la que se ha pasado de la exaltación consumista y el optimismo desarrollista a la aparición de una ideología de la escasez. Por ello, sigue diciendo Cabo, se impone el realismo, el sacrificio colectivo e individual, la necesidad del orden necesario. Es el fin de las utopías y de las ideologías. La aventura ha terminado.
Y en ese contexto surgen una serie de exigencias y contrapartidas que conviene examinar. El Estado de Bienestar social que se va desarrollando en Europa a partir de la década de los 60 es una columna ancilar de nuestra existencia política, social y, a la postre, humana. No puede desaparecer el armazón de ese edificio que tanta prosperidad y paz nos ha traído en las democracias de la posguerra mundial. Y no puede desaparecer porque arrastraría en su caída nuestra estabilidad social y política. ¿Y cuales son los componentes de ese armazón? Dejando aparte los valores democráticos que constituyen el basamento del edificio, yo diría de modo sintético que tales componentes son: las pensiones y la sanidad públicas, un salario mínimo, una jornada máxima, una estabilidad en el trabajo con tasas razonables de desempleo, una consideración de los derechos fundamentales de la persona en el seno de la empresa, los derechos de sindicación, huelga y negociación colectiva, la intervención administrativa en las políticas sociales, unos órganos reguladores independientes y profesionalizados, una Justicia eficaz e independiente y una educación de amplio contenido y calidad. Y, desde luego, el valor integrador de la familia. Son las líneas rojas que difícilmente pueden traspasarse porque entraríamos en un Estado de Malestar social.
Pero ese armazón del edificio puede tener una mayor o menor vestidura en función de las posibilidades y de la voluntad de mejora. Y digo esto último porque estoy con Enric Sanchís cuando dice que desconfía sistemáticamente de aquellas propuestas científicas que sostienen que los problemas sociales se resolverán en el futuro si empeoramos en el presente la situación de quienes lo sufren. Hay que ser realistas pero con una buena dosis de optimismo a la hora de buscar soluciones en el cambio necesario.
En ese cambio que necesitamos, y que ya se está poniendo parcialmente en marcha, hay un primer elemento de gran importancia cual es el psicológico. La persona media está confusa, noqueada ante la impactante realidad de la crisis en su vida. De ahí que haya que gastar imaginación y esfuerzo, por animarla, por educarle en los nuevos parámetros, por armarle de valores. Lo que no se puede hacer es engañarla con falsas promesas, como sería el predicar que esto es pasajero y que pronto volverán los tiempos de vino y rosas. No es así.
La crisis va a durar mucho y hay que prepararse para vencerla. Ello exige bajar el nivel de gasto, fomentar el emprendimiento, formarse para tener más empleabilidad y comenzar a conjugar dos verbos clave para la prosperidad de los países: trabajar más y descansar menos. Para ello hay que resolver el problema-drama principal como es que al menos haya trabajo. Y en ese programa de reeducación en el gasto tiene un relieve excepcional lo que haga la Administración respecto al suyo, pues creo que los privados van por delante en ese sacrificio que supone apretarse el cinturón. El incesante derroche de recursos que han efectuado y siguen efectuando, especialmente las Autonomías y los Ayuntamientos, requiere un tratamiento severo y radical, aunque haya que ser selectivos en los recortes aun a costa de perder clientela política. Y si no se evitan esos gastos y se centra el recorte, fundamentalmente en pensiones y sueldos de los funcionarios, el cabreo ciudadano estará justificado.
Pero además de esa política de austeridad y de reequilibrio entre los ingresos y los gastos, hay que poner las bases de una economía dinámica, competitiva y sostenible. La inversión en tecnología y la innovación resultan claves para el crecimiento económico. En España tenemos mucho que avanzar en este campo puesto que el porcentaje de personas que trabajan en sectores intensivos en conocimiento no llega al 30% mientras que países como Dinamarca o el Reino Unido superan el 40%. Y en cuanto al trabajo en sectores tecnológicos, sólo lo hacen el 4,47% de los trabajadores mientras que Alemania tiene un 10% e Italia un 7%. Si queremos dejar atrás la dura experiencia de estos tres últimos años y tener un mercado laboral sostenible, tenemos que avanzar en competitividad de modo muy notable. Ahí la Fundación Pública I + E Innovación España, tiene que poner el punto de mira no sólo en las cantidades invertidas sino sobre todo en la eficiencia de la gestión.
Por otra parte, y de modo más amplio, hemos de hacer sostenible el empleo mediante una adaptación flexible de la legislación laboral a las nuevas realidades. No se trata de quitar derechos sino de modularlos, de modo que, la empresa -como creadora y mantenedora de empleo- tenga mecanismos ágiles de gestión, en la contratación y en la extinción de los contratos y asimismo que los convenios colectivos no sean una rígida tabla de mandatos, sino comprensivos con la situación real y distinta de las empresas a las que se aplica. La llamada flexiguridad es un buen camino. Veremos cómo resulta al final la nueva reforma del mercado de trabajo.
En estos tiempos y en aras de ese Estado de Bienestar social que hemos creado, se ha defendido, ante el desempleo tan fuerte que sufren los países de la UE, la creación de la Renta Básica de Ciudadanía, con lo que la ciudadanía plena no estaría ya vinculada al empleo sino directamente al nacimiento. Pero, como dice lúcidamente Enric Sanchís, el problema central es que el individuo que ya no necesite ganarse el pan con el sudor de su frente, está abocado a dejar de construir su identidad en torno al propio esfuerzo; y, al final, en cuanto las nuevas generaciones olviden lo que ha sido luchar por la existencia podemos acabar encontrándonos con una sociedad de asistidos. Y esa situación resulta mortal para una sociedad dinámica, amante del riesgo, libre y a la postre próspera.
En definitiva, hay que mantener todo el esquema fundamental del Estado de Bienestar social, pero su difícil mantenimiento en los parámetros de estos últimos años, quizá aconseje ir cambiando los hábitos y mentalidades para que al menos mantengamos un Estado de Medioestar social, en lo cuantitativo, aunque dotándole de nuevos impulsos y valores en lo cualitativo.

Juan Antonio Sagardoy es catedrático de Derecho del Trabajo y vicepresidente del Foro de la Sociedad Civil.

Fuente: Diario “El Mundo” 3 de agosto de 2010