QuePasaEnHiguera ...y en su entorno: Gonzalo Hidalgo, ESCRITOR HIGUEREÑO

“El Espíritu áspero”, de Gonzalo Hidalgo Bayal. Editorial Tusquets, 2009.

Compré el último libro de Gonzalo Hidalgo “El espíritu áspero” en la feria del Libro de Madrid en mayo pasado, después de haber leído muy buenas críticas sobre el mismo. El hecho de que sea Gonzalo higuereño de nacimiento es una acicate importante para leer esta novela, de lectura nada fácil, en los primeros momentos. Una vez pasado estos, al menos yo, me he sentido fascinado leyéndola, y he disfrutado especialmente con el dominio del lenguaje que G. Hidalgo muestra en su obra. Es cierto que tal vez – al menos al principio- haya contribuído a despertar mi curiosidad por leerla en parte el hecho de que en la misma aparecen personajes con nombres de gentes y lugares reconocibles de Higuera, a veces con algunas variaciones ( Canete, hijo de Juan Sebastián “el Cano”; Don Boni, cura párroco que fue de Higuera y Romangordo; el puente de Marcial Gómez; la garganta Descuernacabras, Los Cercones …), así como algunos términos de uso común –antes y algunos aún ahora- en nuestra zona (bujeros, arrenpujar, gomitar, endelgazar, moñigas, cagajones, faldegar, etc.).

Uno de los tres lugares principales donde se desarrolla la acción, además de Madrid y Murania (Plasencia según Gonzalo Hidalgo) es Casas del Juglar, nombre de pueblo que inevitablemente te viene a la cabeza ya que podría parecer Higuera aunque la descricpión del mismo sólo coincida en parte, y que una vez instalado en la imaginación, ahí se queda como Higuera a medida que la novela va transcurriendo. Podrían ser otros pueblos, otras gentes, eso no sería relevante ya que estamos ante una gran novela de un autor muy reconocido, que ha nacido y vivido parte de su infancia en el mismo pueblo que nosotros. Orgullo higuereño por contar con un paisano así.

La solapa del libro resume así “El espíritu áspero”:

“El día en que se celebra el banquete de jubilación de don Gumersindo, llegan a Murania viejos alumnos, se preparan discursos y las autoridades locales deciden dedicarle un libro homenaje. Durante su elaboración, el narrador, compañero de instituto, descubre que el profesor de latín, excéntrico y erudito, cáustico y sin embargo paladín de la cultura clásica y del trato benévolo con los alumnos, ha dejado escritos 237 folios autobiográficos. “El espíritu áspero” quiere ser la memoria de ese singularísimo personaje, y de todas sus circunstancias. Fiel a los recuerdos manuscritos, el narrador relata, por una parte, su infancia rural, su formación en un internado con los padres hervacianos o sus experiencias como profesor inexperto y luego venerable, pero por otra, además de incorporar anécdoteas legendarias que cuentan los alumnos o conversacionees de tertulia, incluye brillantes escarceos literarios, repletos de hallazgos verbales, acordes con el uso lúdico y humorístico de la lengua –rimas y palíndromos, apodos y paranomasias- que el profesor ha practicado a lo largo de su vida”.

Espero que estas líneas animen a otros, higuereños o no, a leer “El espíritu áspero” y conocer un poco más a Gonzalo Hidalgo Bayal y su obra. Para apreciar la riqueza literaria y lingüística, de grandes hallazgos y originalidad innovativa, reproduzco algunos párrafos (de especial curiosidad para higuereños mayores de 40 años que han conocido otros tiempos en Higuera) y enlaces de Internet.

Pag. 64. … Y no pudo dejar de percibir las maldiciones y exorcismos con que se conjuraba la amistad, cada día má sólida, de Ramonato, Canete y Pedro Cabañuelas, sobre todo cuando el propio padre de Canete, Juan Sebastían, apodado el Cano, le cedió para su cobijo, una casa ínfima y desahuciada, una heredad ruinosa junto al prado, equidistante de la fuente pobre y del holito. Don Gumersindo, que abandonón enseguida Casas del Juglar, recuerda la figura singular del bandolero, el porte erguido, la mirada enigmática, su desenvoltura y ligereza bajo los despojos oscuros y zurcidos de don Bonifacio, una ropa corpulenta, contagiada de olor sacramental y soberbia eclesiástica.

Pag. 65. …Muchos alababan en ella una belleza agraz y terrible, unos ojos hipnóticos y una fuerza sobrehumana. En las pandorgas y venerandas del juglar subían a buscarla en los riscos y muchos se vanagloriaban de haber fornicado con ella a las doce de la noche del día de las pandorgas, lo que habría de traer numerosos beneficios para el afortunado. Otros en cambio aseguraban que no había forma de seducirla la acusaban de bruja. Nadie conocía su nombre, ni si lo tenía. Quienes la vieron bañándose desnuda en las aguas del Jayón o en la garganta de Descuernacabras, en el caso de que no fuera invención o fantasía, admiraron una perfección y una belleza indómita y clásica…

Pag. 148-9. …Así, por ejemplo, Sín advertía en una ocasión que los vecinos de Casas del Juglar refalaban, esto es, que los muchachos (él mismo) arrastraban la culera refalando por canchos inclinados y que las mujeres se daban un refalón al pisar ciertas sustancias traicioneras, pero en Murania, sin embargo, la gente, educada en otro verbo, no refalaba nunca, sino que resbalaba. Alguna diferencia tenia que haber, no obstante, entre refalar y resbalar, en modo alguno podían equipararse un deslizamiento fffff y otro sbsbsb, por lo que Sin discurría conclusiones propias, conjeturaba analogías … Cada cierto tiempo los juglareños pintaban sus casas de blanco, esto es, faldegaba. “¿De faldiegue?”, se preguntaban las mujeres. “Faldegando”, se respondían. ¿Cómo no iba a sorprenderse Sin cuando supiera que en ninguna parte se faldiega, que faldegar no existe, que no se adorna con blanco primor la falda de las casas, que lo que todo el mundo castellano hace es enjalbergar?...

Pag. 191. … “Cuando yo era joven”, dijo, “se descubrió una mina de wolframio en Casas del Juglar”. Según contó, todos los mozos del pueblo y muchos hombres que carecía de tierras, o que tenían pocas y malas, cambiaron el salario por el sueldo.”

Pag. 499. … .La condición geográfica y el atraso económico, su carácter endogámico, su orgulloso aislamiento, ha hecho de tierra de murgaños, un lugar que siempre va dos o tres o cinco pasos por detrás del momento (detrás de la historia, si se quiere). …

Pag. 556. … De modo que, viéndolo tan a menudo solo, en los soportales, ajeno ya al presente y al pasado y al futuro, recipiente rendido de un tiempo medido a cuentagotas, objeto abatido de las horas, de una existencia ingrávida, de una vida que se extingue con el siglo, quiero creer, no sin tristeza, que sobre don Gumersindo y sobre Sindo, sobre Sindón y Mus, sobre don Gerundio y sobre G, se cumple, por una parte, el verso de sus arrestos escolares: “Las ruinas lo encontrarán impávido”, y se impone, por otra, según la reducción onomástica que le aplicó hace ochenta años Pedro Cabañuelas, la más áspera, definitiva y gramatical definición de un nombre: Sín, preposición de todas las carencias.

Más información:

1. Sobre “El espíritu áspero”

http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=504626

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/25681/Hidalgo_Bayal

http://blogs.hoy.es/notas-al-margen/2009/5/13/entrevista-gonzalo-hidalgo-bayal

http://www.tusquetseditores.com/titulos/an danzas-el-espiritu-aspero

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/25682/El_espiritu_aspero

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=620000&idseccio_PK=1013

http://www.elcomerciodigital.com/gijon/20090520/cultura/espiritu-aspero-20090520.html

2. Obras, entrevistas, reseñas de otras obras, blog ...

http://es.wikipedia.org/wiki/Gonzalo_Hidalgo_Bayal

http://www.escritoresdeextremadura.com/escritoresdeextremadura/documento/art054.htm